Rapsodia (Rapsòdia)

Esta obra se escribió originalmente en el año 1989 como una obra de cámara para clarinete y piano. La intención del autor en el año 2010 no fue la de realizar una simple trascripción, sino más bien, la de desarrollar unos materiales expuestos en la obra original, quizá de una forma algo sucinta. De hecho, el resultado casi dobla en duración a la pieza de cámara, por lo que podríamos hablar realmente de una recomposición.

La obra se inicia con una cadencia para el solista, acompañado por los instrumentos de percusión, de un carácter algo brusco y nervioso. Con la entrada de la banda, la expresión se dulcifica, dando lugar a la presentación de dos temas, de los cuales sólo el segundo es realmente nuevo, puesto que el primero es una variante de la frase inicial de la cadencia. La tercera sección retorna al ambiente tenso del comienzo, siendo un desarrollo del material presentado anteriormente. Una nueva cadencia acompañada precede a la reexposición de los temas, pero en orden inverso. Finalmente, una coda soñadora concluye con tranquilidad la obra.

La pieza, como toda la música para clarinete de Santiago Quinto, nació de la colaboración con el brillante solista Gumersindo Berná, a quién está dedicada la obra.