Missa de Rèquiem (Misa de Réquiem)

28,00

Melcior de Ferrer y de Manresa, hijo de los marqueses de Puerto Nuevo, nació en 1821 en Peralada, y murió en 1884 en la Bisbal de l’Empordà.

Descripción

Autor

DE FERRER I MANRESA, Melcior

Instrumentación

Solistas y coro con acompañamiento de violonchelos, contrabajos y órgano

Páginas

79

Año de composición

ISMN

979-0-69220-970-6

Ref.

100-923PASC

La obra que presentamos fue publicada por la editorial milanesa Vismara a finales del siglo XIX. Es de una clara estética romántica, y, a pesar de no contar con unos efectivos orquestales numerosos, el efecto de las secciones graves de las cuerdas contrasta con el rico y melancólico sonido del órgano que acompaña a la obra y le confiere un grado de recogimiento y afectación dolorosa realmente asombroso.

El primer movimiento está escrito en La menor, y en él se exponen las primeras lamentaciones sobre el destino del ser humano. En su deseo del descanso eterno se asemeja a todos los réquiems, poniendo de manifiesto este deseo con los tutti corales y con dos breves intervenciones solistas a cargo de la soprano y el bajo.

El segundo movimiento alterna las tonalidades de Sol menor y su relativo mayor, Si bemol, para contrastar el deseo suplicante de la calma eterna con la memoria duradera de los que se han ido. El órgano subraya y complementa con sutileza las frases de los violonchelos y contrabajos, que acompañan de forma suave y dulce por momentos las intervenciones del coro.

El tercer movimiento nos imbuye en una atmósfera violenta, en el que el tono de Sol menor apenas es abandonado, y el coro canta casi siempre al unísono y nos transmite el significado real del texto: el día de la ira, el día del juicio se aproxima, y ​​el temor apresurará el corazón de los muertos cuando el juez celestial baje de los cielos.

El cuarto movimiento se inicia con un solo de bajo en la tonalidad de Sol menor que rápidamente modulará a Si bemol mayor. Cuando la parte dramática del juicio final haya pasado, el bajo cantará casi con alegría del reino celestial, y ese efecto de luminosidad que nos aportará la modalidad mayor se confirmará en la entrada del coro, que, con notas cortas y casi juguetonas, pedirá al rey celestial la salvación final.

El “Recordare” que conforma el quinto movimiento es, sin duda, el más complejo, largo y rico formalmente y musical de toda la obra. Escrito en un principio en tonalidad de La bemol mayor, a medida que la música varíe entre los diferentes solistas en alternancia con el coro, se sentirán también los tonos de Fa menor y La menor. En la primera sección tenemos una exposición del tema del “Recordare” entre los diferentes solistas, que dan paso a un episodio de tutti coral y, una vez superada esta parte, los solistas vuelven a cantar, esta vez en la tonalidad de Fa menor, cambiando a Fa mayor y volviendo a reunirse con el coro, el cual iniciará una fuga con la palabra “amén” en La menor. Esta sección acabará con el coro a tutti en la misma tonalidad de La menor.

El sexto movimiento es de gran sencillez, pero también efectividad. Escrito en Mi menor, el “sanctus” que entona el coro está acompañado por un ostinato de las cuerdas que dota de un gran dinamismo y fuerza esta parte del Réquiem.

El séptimo movimiento es la parte más suave y dulce de la obra. Se trata de una aria para barítono sobre el texto del “Benedictus”, escrito en la tonalidad de Fa mayor, que nos hace olvidar por momentos que estamos escuchando una obra sobre la muerte.

El penúltimo movimiento, escrito en Do menor, nos transporta de nuevo a la miseria humana, a cuyos pecados sólo Jesús nos redime como cordero de Dios. El corazón canta en tutti con armonías austeras pero muy efectivas para crear un clima de recogimiento previo al último movimiento del Réquiem.

El último movimiento, en la tonalidad de La menor, alterna momentos de un lamento melancólico por parte de la soprano solista con la respuesta contundente del coro. El alma del ser humano anhela ser liberada de la muerte y del sufrimiento eterno, y la cadencia picarda del final nos anuncia que la salvación del hombre es posible.

Para realizar esta edición nos hemos basado en el original de la partitura que se encuentra en la Biblioteca Nacional de Catalunya. Hemos procedido a escribir las voces, originalmente en clave de Do para soprano, alto y tenor, en las claves habituales hoy en día de Sol.

I. Introitus (Requiem) e Kyrie
II. In memoria aeterna
III. Dies irae
IV. Tuba mirum
V. Recordare
VI. Sanctus
VII. Benedictus
VIII. Agnus Dei
IX. Libera me

Información adicional

Peso 0,525 kg

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