Wichahpi, para banda

Esta obra, encargo del maestro Salvador Brotons para la Banda Municipal de Barcelona, está inspirada en un cuadro de Ana Corraliza Azorín, mi madre. Se trata de un retrato de Mah-Kah-`Wee, la Doncella de la Tierra del pueblo Lakota, perteneciente a la tribu Sioux. Está realizado con la técnica del grabado. Casi monocromo en tonos marrones, con algún leve toque en violeta y de trazos enérgicos e incluso bruscos en ocasiones. Las modulaciones a distancia de semitono y las secciones lentas, casi estáticas, hacen referencia a esa unidad cromática, mientras que las secciones contrastantes de tempo rápido reflejan el tipo de trazo usado en la pintura.

Aunque con toda seguridad, la parte más simbólica para mí, es el título. En la lengua Sioux, Wichahpi es un nombre femenino que significa Estrella. Y como toda estrella que orienta e ilumina, la luz de mi madre, fallecida poco antes de comenzar yo a escribir esta pieza, me mostró el camino.