Three American Dances (Tres danzas americanas)

Esta obra, escrita en 1960, ha sido interpretada en distintas ocasiones, tanto en América como en el extranjero. El compositor dice: En realidad, el título hace referencia a un estilo o carácter expresivo, donde los movimientos no son exactamente  movimientos de danza, simplemente se quiere expresar un cierto carácter de danza tradicional americana. Por lo tanto, se trata, en el sentido literal de la palabra, de música “abstracta”; y no de la reproducción de una danza popular o de un baile de salón. Es una evocación de su espíritu, como pasa con un minuet de Mozart, que no puede ser bailado, pero culmina esta diversión cortesana.

Por lo tanto, no tenemos que buscar correspondencias literales, sino observar que, en efecto, el compositor ha hecho muy bien su trabajo, imponiendo una forma unitaria en toda la obra (la forma antigua que responde al esquema rápido-lento-rápido, que los compositores han utilizado satisfactoriamente desde antes de Bach hasta tiempos más recientes), como también en los movimientos individuales, los cuales son de extensión correcta y están articulados elegantemente. La orquesta es grande, pero manejable a nivel económico; el estilo es del siglo XX, pero no vanguardista.