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ISMN
Referencia
La obra está estructurada en dos movimientos sin interrupción, separados por una importante “Cadenza”. El primer movimiento “Adagio funebre” es de contenido profundo. Desde el registro más grave, los violonchelos y contrabajos presentan el tema principal en octavas de carácter oscuro y depresivo. El trombón coge la palabra iniciando una gradación dinámica y de texturas de gran vuelo, dirección y proyección, que culmina con la reexposición del tema por parte de toda la orquesta totalmente armonizado y en fortísimo. El trombón interrumpe repentinamente el clímax con una nueva visión lejana y suave en el registro agudo. Gradualmente la música baja al registro más grave y dramático acabando el movimiento en el más profundo pesimismo. La Cadenza que sigue sin interrupción sirve de puente de enlace entre los dos movimientos. Temáticamente la Cadenza sintetiza el material del primer movimiento e insinúa el material principal del siguiente. También planteado direccionalmente, se engendra en el más profundo pesimismo para culminar con gran exaltación.
El último movimiento, a diferencia del primero, es extrovertido, rítmico, rápido y virtuosístico. Las síncopas la orquesta combinadas con las notas repetidas y glissandos del trombón dan gran fuerza y empuje al primer tema.
Después de un puente contrapuntístico se llega a un lírico y rico segundo tema de frase larga presentado por la orquesta y repetido posteriormente por el trombón. En la distendida sección central, bajo un ritmo de nota repetida, reaparece material del primer movimiento y se desarrolla una reexposición modificada y acortada que lleva a una coda muy rítmica y exultante.
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