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Pinzellades dalinianes fue escrita el verano de 2013 a petición del magnífico trombonista Ximo Vicedo. La espectacularidad de los metales es tan extraordinaria que decidí escribir una obra virtuosa para el solista pero también muy integrada dentro del conjunto. El quinteto adquiere un gran protagonismo durante toda la obra. Se trata pues de un concierto para solista “contra” un conjunto poderoso y muy activo. Por razones de color y contraste, he encontrado en les creaciones de Dalí mi fuente de inspiración. Las visiones surrealistas de sus cuadros, dan lugar a diferentes interpretaciones y todo tipo de combinaciones sonoras.
He escogido cuatro composiciones muy conocidas dentro de la vasta producción del genio daliniano para dividir la obra en cuatro movimientos:
Somni causat pel vol d’una vespa… plantea dos discursos muy diferenciados: el estático desnudo femenino (trombón solista) contrapuesto a sus sueños agresivos y muy activos (quinteto), alternando siempre dos tempi diferentes (Calmo- Presto). A medida que avanza el movimiento, el solista también crece en intensidad y dinamismo.
La persistència de la memòria, conocido popularmente como “los relojes blandos”, es un cuadro muy impactante por su insistencia en un tiempo pesado y omnipresente que va deshaciendo nuestra existencia. Bajo unos efectos de pizzicati a tiempo lento, a compás de 5/4, el solista presenta el primer tema de carácter lastimero. La parte central es una marcha creciente, creando tensión y dramatismo, siempre bajo un obstinato imperturbable.
El tercer cuadro, de título larguísimo, es un Scherzo de movimiento rápido y desigual. Con cambios constantes de compás, la música describe el nacimiento inquieto del nuevo hombre. Todo gira, todo se mueve y todo es fugaz para insinuar agitación e inestabilidad.
Les temptacions de Sant Antoni es un cuadro fabuloso con protagonistas contrapuestos: El hombre contra sus principales tentaciones: Poder, sexo y fama. Como en el primer cuadro, el hombre está representado por el solista y el conjunto por las tentaciones. Las curvas sinuosas de la parte central, a tempo de vals, quieren sugerir las provocaciones sexuales femeninas. El resto de la obra gira alrededor de las figuras de poder: El caballo exageradamente musculado y los pesados elefantes de patas largas están descritos con una música de ritmo insistente, siempre fuerte, que provoca la perdición de la raza humana. La parte final del movimiento, culmina con un bombardeo continuo que todo lo destruye.
Salvador Brotons
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