Homenatge a la tonalitat (Homenaje a la tonalidad)

Es el resultado de un encargo que hice a Pep Prohens en el año 2000 y ha sido estrenada en distintas localidades de Mallorca, Zaragoza, Estados Unidos, Brasil, Argentina y París.

Probablemente el fragmento que se ajusta más a la forma habitual de escribir de Pep Prohens es la parte rítmica. Se trata de un fragmento donde todo pasa muy rápido, con una aceleración constante, donde el ritmo elimina la melodía. Yo lo entiendo como una expresión de sentimientos y de emociones abrumadoras. Según me confesó él mismo cuando la estaba escribiendo, esta parte es “el resultado de un enfado”.

La obra exige un gran dominio de las posibilidades sonoras de los instrumentos ya que lleva al violín al límite de sus posibilidades. Es, como todas las obras de Prohens, una obra de contrastes extremos y de pasiones. (Mª Antònia Pons-Estel)

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