Simfonia «Elisea» (Sinfonía «Elisea»)

La obra que presentamos es una sinfonía en un solo movimiento, escrita en la tonalidad de Re mayor, y que presenta momentos de fuerte presencia de los instrumentos de metal. De hecho, en su instrumentación, además de las trompas y trompetas, figuran fiscornos y trombones. Si bien no podemos datar la obra con los datos que tenemos, el hecho de utilizar más instrumentos de metal nos hace pensar en que debía de ser compuesta a partir de la década de 1860.

Los temas que componen esta sinfonía nos hacen pensar en la influencia alemana y francesa que debían tener los músicos que formaban parte del ambiente operístico de Barcelona. En los dos primeros temas de la sinfonía se perciben claramente sonoridades wagnerianas y beethovenianas. En cambio, en el tercer tema, más juguetón, se puede apreciar cierta influencia mozartiana o rossiniana.

En la partitura que presentamos, hemos optado por escribir los instrumentos transpositores en su transposición actual: es decir, clarinetes y trompetas en Si bemol, y trompas en Fa. También hemos alterado el orden de los pentagramas de la plantilla orquestal. Concretamente, hemos situado en las secciones de cuerda en las posiciones inferiores de la partitura, tal y como se escribe hoy en día.

En el compás 120, ocurre un cambio de tonalidad, pasando a La mayor. Hacia el compás 145, aparece por primera vez una célula rítmica consistente en corchea y dos semicorcheas, a las que sigue una negra ligada con la repetición de la misma célula, acompañadas de 8 corcheas en el siguiente compás. Esta célula rítmica irá acompañada de un largo crescendo orquestal.

Aunque no sepa si fue interpretada en vida del compositor, podemos pensar que es una obra que podría haber sido utilizada en algún momento de las veladas liceísticas, en momentos en que las obras fueran más cortas y se necesitaran obras breves, bien escritas y que fueran capaces de hacer más agradable la espera a la burguesía que esperaba para escuchar las obras.