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ISMN
Ref.
Con Sueño andaluz, el compositor Bart Picqueur vuelve a su primer amor musical: el clarinete. El calor abrasador del sur de España hace que el cerebro de la persona del norte se funda y tenga visiones del baile de las gitanas de misteriosos ojos oscuros. El trabajo combina elementos del flamenco a lo largo de toda la pieza, como el uso del modo frigio, los patrones típicos de rítmica, una sobrecarga o ornamentaciones rápidas, las imitaciones de los arpegios de guitarra y trémolos, y por último pero no menos importante, el acompañamiento de los pies golpeando (desafortunadamente dar palmadas es difícil mientras se toca el clarinete). La obra es una fantasía con un gran virtuosismo, que abarca la gamma completa del clarinete en lo referente a registro y dinámica.
Nota para el intérprete: las digitaciones alternativas, marcadas en la partitura son esenciales para el carácter de la música, especialmente cuando parecen estar (un poco) fuera de tono. No obstante, todas las notas restantes deben estar perfectamente afinadas.
Todas las anotaciones metrónomicas son aproximadas y las secciones más líricas pueden ser interpretadas con mucho rubato.
Una cadencia libre puede insertarse después del Mi grave del compás 246, acabando como está escrito… sé creativo!
¡Que se diviertan!
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