Sonatina para flauta y piano

Esta Sonatina fue terminada en 2021, tras la pandemia del coronavirus, y está inspirada en la naturaleza, la literatura y las leyendas de la costa del norte de España.  La pieza expresa la alegría trascendental de haber completado un viaje, superando momentos difíciles, como cada persona en este planeta, que en estos tiempos tan complicados tuvo que experimentar cierta evolución personal.

La música de la Sonatina es una celebración de la naturaleza, de gratitud y reconexión, tanto con seres queridos como con el medio ambiente (representado aquí por la constancia del sol y de la luna, los sonidos de los pájaros, el viento, las olas y la lluvia), y un mensaje indudable de esperanza para la humanidad en la imagen de los cielos despejados descritos por quien inspiró el último movimiento de esta pieza: Nunca choveu que non escampara (No llueve nunca sin luego despejarse).

El primer movimiento, basado en una melodía que me enseñó un amigo, está inspirado en el movimiento de las olas del Atlántico y la novela de la autora gallega Rosalía de Castro, “La hija del mar”, que trata el tema de las relaciones familiares claustrofóbicas y abusivas en el ámbito cerrado de una pequeña comunidad de la costa, mientras el segundo movimiento homenajea a la diosa celta Deva, divinidad de la luna y de las aguas, al caer la noche cuando el sol se ha retirado con cariño para permitir que la luna brille por encima del mar.